Por un momento, imagina que ya no necesitas trabajar por dinero, es decir, no tienes ninguna necesidad de trabajar por necesidad. Eres libre de hacer totalmente lo que quieras.
Puedes quedarte todo el día mirando el techo, viajar a cualquier lugar del mundo, lo que sea.
Después de unos años ya has descansado y tomado todas las vacaciones que querías, ya no hay ninguna actividad recreativa que no hayas realizado.
Y entonces ahora surge la pregunta
¿Qué me gustaría hacer?
Sugerencia, comienza ahora mismo a hacer eso. No esperes tanto.
Uno de los mayores problemas que tenemos es no plantearnos los objetivos correctos.
Y no lo hacemos porque tenemos una lista infinita de miedos relacionados con la supervivencia.
Dejemos de sobrevivir y hagamos lo que hemos venido a hacer a este mundo.
Tomás de la Fuente
Psicólogo, Terapeuta y Formador en Terapia Gestalt
Escritor de #ideasquesanan